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¿Cómo detectar y tratar un trastorno específico del lenguaje desde la logopedia?

El trastorno específico del lenguaje (TEL) es una alteración del desarrollo que afecta la adquisición del lenguaje en niños sin que existan causas evidentes como déficits auditivos, neurológicos o cognitivos. Aunque es relativamente común, a menudo pasa desapercibido o se confunde con un simple retraso madurativo.

La intervención temprana, especialmente desde la logopedia, es esencial para mejorar la comunicación, el rendimiento académico y la autoestima de los niños que lo padecen. Por lo que, desde Vital Centro Tenerife, te daremos más información al respecto.

¿Qué es exactamente el trastorno específico del lenguaje (TEL)?

El TEL se manifiesta como una dificultad persistente para adquirir y utilizar el lenguaje, tanto en su forma oral como escrita. Esto afecta a la comprensión, la expresión, la morfosintaxis (estructura gramatical), el vocabulario y, en algunos casos, la pronunciación.

A diferencia de otros trastornos del desarrollo, en el TEL no hay daño neurológico, discapacidad intelectual ni trastornos sensoriales como sordera. Esto hace que sea complejo de diagnosticar, ya que los síntomas pueden parecer sutiles o atribuirse a factores ambientales.

Características principales del TEL:

  • Dificultades para formar frases completas o coherentes.
  • Uso limitado del vocabulario o palabras poco precisas.
  • Problemas para entender órdenes complejas.
  • Frecuentes errores gramaticales.
  • Dificultades para narrar o relatar experiencias.

Estos síntomas pueden variar mucho entre niños y a lo largo del tiempo, lo que dificulta aún más su detección.

¿Cómo se detecta un TEL desde la logopedia?

El papel del logopeda es clave en la detección temprana del trastorno específico del lenguaje. Gracias a la evaluación del lenguaje comprensivo y expresivo, el profesional puede identificar si existe un desvío en el desarrollo que no responde a lo esperado por edad.

Evaluaciones utilizadas por logopedas:

  1. Entrevistas con familias y profesorado: ayudan a contextualizar el entorno del niño y sus patrones comunicativos.
  2. Pruebas estandarizadas de lenguaje: para evaluar aspectos léxicos, gramaticales y fonológicos.
  3. Observación del juego espontáneo: permite identificar cómo se comunica el niño en un entorno no estructurado.
  4. Evaluaciones cognitivas básicas: para descartar otros posibles trastornos asociados.

La detección precoz es crucial. Cuanto antes se interviene, mayor es la posibilidad de minimizar el impacto del TEL en el desarrollo académico y social del menor.

La logopedia especializada juega un papel decisivo en este proceso de valoración, ya que permite diferenciar entre un simple retraso y un trastorno persistente.

¿Qué diferencias hay entre el TEL y otros trastornos del lenguaje?

Una de las principales dificultades que enfrentan padres y educadores es diferenciar el TEL de otros cuadros, como:

  • Retrasos simples del lenguaje
  • Trastornos del espectro autista (TEA)
  • Trastornos del desarrollo intelectual
  • Trastornos fonológicos

En el TEL, la alteración se centra exclusivamente en el lenguaje, sin que haya otras áreas del desarrollo afectadas de forma significativa. Este matiz es fundamental, y por ello el diagnóstico debe hacerlo un equipo multidisciplinar donde el logopeda tenga un rol destacado.

Claves para diferenciar el TEL:

  • Persistencia en el tiempo: los problemas no desaparecen con la edad sin intervención.
  • Sin otras causas médicas: la audición, la inteligencia y la interacción social suelen estar dentro de la normalidad.
  • Afectación de múltiples componentes lingüísticos: no se limita solo a la pronunciación o al vocabulario.

Tratamiento logopédico del TEL

Una vez diagnosticado, el tratamiento logopédico se personaliza según las características y necesidades del niño. El enfoque debe ser individualizado, dinámico y, sobre todo, adaptado a su nivel de desarrollo lingüístico.

Objetivos principales de la intervención:

  • Estimular el lenguaje expresivo y comprensivo.
  • Mejorar la estructuración de frases y uso correcto de la gramática.
  • Ampliar el vocabulario funcional.
  • Favorecer la comunicación en diferentes contextos (familia, escuela, entorno social).

El logopeda utiliza técnicas lúdicas, juegos verbales, materiales visuales y ejercicios interactivos que motivan al niño mientras estimulan el desarrollo del lenguaje.

Una intervención constante, bien planificada y coordinada con las familias y educadores, puede conseguir avances significativos incluso en casos severos de TEL.

El papel de las familias y el entorno educativo

No basta con que el tratamiento se limite a las sesiones de logopedia. La colaboración del entorno del niño es crucial para generalizar los aprendizajes. Por eso, uno de los pilares del tratamiento es involucrar a la familia y orientar al profesorado.

Recomendaciones para padres y docentes:

  • Hablar despacio y con frases claras.
  • Reforzar positivamente cada avance, por pequeño que sea.
  • Evitar corregir de forma constante, pero sí modelar el lenguaje correcto.
  • Leer cuentos y preguntar sobre ellos para fomentar la comprensión.
  • Potenciar juegos de rol, rimas y canciones.

Una red de apoyo sólida, sumada al trabajo clínico, maximiza las oportunidades de desarrollo del niño con trastorno específico del lenguaje.

¿Qué pasa si no se trata el TEL?

Ignorar o minimizar los síntomas puede derivar en problemas importantes a largo plazo, como:

  • Dificultades de aprendizaje en lectura y escritura.
  • Bajo rendimiento académico.
  • Problemas de autoestima.
  • Limitaciones en la comunicación social.

Por eso es tan importante actuar a tiempo. Cuanto antes se inicie la intervención, mejores serán los resultados.

TEL y escolarización: apoyos y adaptaciones

Muchos niños con TEL requieren adaptaciones dentro del entorno escolar. No siempre se necesita una escolarización especial, pero sí apoyos como:

  • Refuerzo educativo dentro del aula.
  • Apoyo logopédico externo o dentro del centro.
  • Adaptaciones curriculares no significativas.
  • Coordinación con orientación educativa.

Una buena planificación escolar puede marcar una diferencia fundamental en la inclusión y el éxito del niño con TEL.

Conclusión: un enfoque integral marca la diferencia

El trastorno específico del lenguaje no es una condena. Con un diagnóstico acertado, una intervención logopédica eficaz y el apoyo de familia y escuela, los niños pueden superar gran parte de sus dificultades y desarrollar una comunicación funcional y satisfactoria.

¿Necesitas ayuda profesional?

En Vital Centro Tenerife, contamos con logopedas especializados que pueden ayudarte a identificar y tratar el TEL de forma eficaz. Ponte en contacto y da el primer paso hacia una mejor comunicación para tu hijo.

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